FOTO PROPIEDAD DE: BODEGAS PREFER |
Antes de nada, quiero manifestar que aunque el vino terminado, que lógicamente ha pasado su crianza en barrica, durante el tiempo establecido según el tipo de vino que se haya planificado obtener, una vez embotellado, ya está disponible para el consumo.
No es menos cierto que puede mejorar su buqué y aroma dentro de la botella. Otros vinos no, por la sencilla razón que, al comercializarlos, las condiciones de fuera de la bodega, por lo general, ya no son las idóneas.
Para que el vino embotellado siga creciendo en sus propiedades gustativas es muy necesario tenerlo en un frigorífico especial de vinos a una temperatura entre 14º y 16º, y la botella debe estar tumbada sin darle la luz directamente. Estos cuidados lo hacemos en casa pero. ¿Qué pasa con el tiempo transcurrido desde la bodega a la tienda? Efectivamente, si no se ha dotado el comerciante de las condiciones idóneas ya compramos un producto que no ha seguido el protocolo.
A pesar de lo dicho, si un crianza tardamos más de seis años en consumirlo, lo más probable es que nos lo encontremos avinagrado y, muy importante, debemos informarnos de las cosechas, cuales han sido las mejores en las denominaciones de origen y cual es el año que debemos solicitar.
Seguiré comentando sobre el particular, que por su extensión y para no cansaros, es mejor ir desvelándolo en "pequeños sorbos" como debe tomarse el vino, precisamente.
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