Un político local era el encargado de hacer los honores y dar un breve discurso de despedida al párroco en dicha cena, en la que además del homenajeado y la superiora, estaban presentes todas las personas ilustres de la villa.
El político se retrasó y el sacerdote tomó la palabra.
- ''Mientras viene don Romualdo, os diré que me voy del pueblo llevándoos a todos en mi corazón y vienen a mi cabeza multitud de recuerdos, imborrables y curiosos que me dejaron anonadado, siendo mis primeras experiencias. La primera persona a la que confesé me dijo que había robado un televisor y estafado a un vecino y había mantenido un romance con la esposa de su jefe, pero no os diré quien, por el secreto de confesión jejeje. Pero me di cuenta, que los demás no erais así, erais tremendamente buenos''.
Llegó el político en ese instante y calló el cura.
- ''Perdón ruego disculpen mi retraso: Nunca olvidaré el día que el Padre Modesto, llegó a nuestra Parroquia, precisamente tuve el honor de ser la primera persona a la que confesó en el pueblo, ¿Lo recuerda, Padre, jeje?
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