Lo primero que deseo expresar y lo que más me indigna es la marginación de RENFE con Almería, su falta de inversión y el no mantener una puntualidad y unos servicios acordes con los tiempos y más en una ciudad pujante, turística y máxime si se sitúa en un extremo de la Península, cosa ésta, que aumenta su aislamiento.
La falta de mantenimiento y dotar a la exigua línea existente de más modernidad, de electrificación y por descontado, cuántos y cuántos almerienses se han tenido que apear de un tren averiado y continuar en autobús hasta el destino.
Ese tercer-mundismo lo tenemos hoy, en el año 19 del siglo XXI y hace que la prioridad del AVE, que encima te lo han parado a 80 kilómetros, sea un desasosiego que irrita al ciudadano.
Pero si os fijáis en la fotografía que publico, el impacto casi en el centro de la ciudad es lamentable, el no soterrar las vías, que hace que esté divida la ciudad.
Parece que ya hay obras de rehabilitación en la Estación antigua, que es una estación calificada de joya arquitectónica de la arquitectura del hierro y el cristal, ¡ya era hora!, años pidiéndolo porque se caía a trozos.
Tampoco es del gusto de los ciudadanos (que ya no confían en los Gobiernos y menos aún en esa empresa pública RENFE) ya que sólo crea malestar, intranquilidad y agravios comparativos con otros ciudades, que en teoría no deberían tener más derechos.
Muchas ciudades más pequeñas y menos importantes tienen AVE y otra más importante, (lo dicen su número de habitantes y PIB) se queda mirando al mar solitaria y aislada, el colmo sería un triángulo Murcia - Granada - Málaga, sería la gota que llenara el vaso.
Almería la ciudad y su Provincia en verano, sobrepasa el millón de habitantes, sus exportaciones son las más grandes de Andalucía y por poner un ejemplo, su puerto ha crecido más de un 150% en menos de una década.
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