Ambos eran pacientes en un Hospital mental. Solían pasear por las tardes por el jardín, pero un día Pedro, repentinamente, corrió hacia la piscina y se lanzó al agua. Cómo no sabía nadar, quedó atrapado en el fondo. Alicia, con arrojo y valentía, se lanzó a la piscina y sacó a Pedro del agua. Este acto heroico fue reconocido por el Director del Hospital, que decidió dar el alta a Alicia ya que el acto suponía que había llegado su total curación. Llamó a Alicia al despacho y le dijo:
-"Querida Alicia, tengo dos noticias que darte, una buena y otra mala; la buena es que gracias a que salvaste a Pedro, hemos decidido condecorarte y darte el alta, ya que consideramos que tú acto de valentía y arrojo es la prueba de que ya está curada y..... la mala es que, a pesar de tus esfuerzos, Pedro ha aparecido esta mañana, ahorcado en su habitación".
Alicia respondió: "Si fui yo, que le colgué de la lámpara para que se secara, porque salió muy mojadito de la piscina."
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