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| Una tienda de antigüedades muy refutada - Fotografía de Manu Artero - Pincha una sola vez en la imagen para verla ampliada. |
El valor que damos a los objetos suele ser sentimental en su mayoría o también, le podemos dar otros valores como el económico, el histórico, pero sobre todo el valor de su escasez en poderlos localizar y de lograrlos poseer fuera de su época.
Si unimos a este deseo el espíritu coleccionista que arrastramos desde la infancia con los cromos, los sellos, las monedas, tenemos en marcha un sector que va desde lo económico hasta lo sentimental.
Hay personas que rechazan guardar lo que ellos llaman "trastos" pero es cierto a veces que esas mismas personas se arrepienten de haberse desprendido de ellos.
Una tienda de antigüedades, recoge gran cantidad de objetos de épocas anteriores, que poniéndolos en un lugar visible y documentando su origen consigue venderlos con un margen económico suficiente, lo curioso es que muchas personas se desprenden de cosas antiguas porque suponen que les estorban y otras anhelan las mismas cosas por los recuerdos que les traen o su exclusividad.
Nunca mejor dicho aquello de: "cada persona es un mundo".
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