Laura Nieto Oliver, más conocida por: "la voz de cristal" fue una famosísima soprano muy conocida en la primera mitad del siglo pasado.
Nació en Vélez Rubio (Almería) en 1.907 murió en 1.989. Gracias a las monjas del colegio de la Inmaculada, que descubren sus dotes para el canto, no se malogró una espectacular carrera lírica.
Se trasladó a Madrid, donde estudiaría, canto, piano y solfeo. En 1.920 con el acompañamiento de la orquesta Sinfónica del maestro Fernández Arbós obtiene un gran éxito, que ya no pararía en casi década y media, siendo acompañada por las mejores orquestas sinfónicas de España, como lo era la Filarmónica de su otro gran maestro, Pérez Casas.
Pasó por los mejores teatros madrileños de la época: Eslava, Cómico... Con el género chico, aterrizará en Barcelona y con el Maestro Guerrero, Don Jacinto, cruzará el charco para darse a conocer en Ámerica, Uruguay, Argentina en dónde lograría éxitos sin precedentes.
Regresa a España en 1.930 e ingresa en el Teatro Lírico Nacional.
Se casó en Almería en 1.933 con Rafael López Garcia y quedó viuda en la Guerra Civil. De regreso a Madrid siguió actuando y acabo sus días dando clases de canto en el Real Conservatorio de Madrid.
Sus maravillosas interpretaciones más conocidas calificadas por la crítica como inigualables, fueron: Campanela, Las alondras y El huésped sevillano.
Nació en Vélez Rubio (Almería) en 1.907 murió en 1.989. Gracias a las monjas del colegio de la Inmaculada, que descubren sus dotes para el canto, no se malogró una espectacular carrera lírica.
Se trasladó a Madrid, donde estudiaría, canto, piano y solfeo. En 1.920 con el acompañamiento de la orquesta Sinfónica del maestro Fernández Arbós obtiene un gran éxito, que ya no pararía en casi década y media, siendo acompañada por las mejores orquestas sinfónicas de España, como lo era la Filarmónica de su otro gran maestro, Pérez Casas.
Pasó por los mejores teatros madrileños de la época: Eslava, Cómico... Con el género chico, aterrizará en Barcelona y con el Maestro Guerrero, Don Jacinto, cruzará el charco para darse a conocer en Ámerica, Uruguay, Argentina en dónde lograría éxitos sin precedentes.
Regresa a España en 1.930 e ingresa en el Teatro Lírico Nacional.
Se casó en Almería en 1.933 con Rafael López Garcia y quedó viuda en la Guerra Civil. De regreso a Madrid siguió actuando y acabo sus días dando clases de canto en el Real Conservatorio de Madrid.
Sus maravillosas interpretaciones más conocidas calificadas por la crítica como inigualables, fueron: Campanela, Las alondras y El huésped sevillano.
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